Denuncian graves fallas en el sistema de protección de testigos
Karen Kramer, ex fiscal en EE.UU., asegura que es necesario un programa “amplio y federal”. Es partidaria de limitar la actuación policial.
Aunque en la Argentina conviven tres programas de protección de testigos, los hombres y las mujeres que brindan testimonio en juicios por delitos de lesa humanidad no se sienten tranquilos. La desaparición de Julio López y las amenazas que aún reciben muchos de ellos dispararon la discusión sobre la necesidad de una legislación que garantice su seguridad.
Karen Kramer es especialista en este tipo de programas. Tras desempeñarse como fiscal en Estados Unidos, coordina la Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas, desde donde impulsa la implementación de herramientas que protejan a testigos en riesgo en distintos países del mundo.
“Aquí hace falta un programa amplio y federal, que unifique el tratamiento de testigos”, dice Kramer en una entrevista durante su visita a Buenos Aires, donde hasta hoy participará del encuentro internacional Hacia un Marco Integral de Protección de Testigos. Sin embargo, la representante de la ONU aclara que para lograrlo “hace falta presupuesto y, por ende, voluntad política”.
–¿Cuál es el principal déficit de los programas locales?–
Por lo poco que pude interiorizarme, aquí hace falta un programa integral y federal. La tendencia mundial es centralizar esta actividad, que es muy importante porque está en juego la vida de las personas. El tema de dónde incluir el programa en la estructura gubernamental es sensible. Si es en el sistema judicial, la policía o el Ministerio de Justicia. Depende de cada país. Es fundamental escoger bien el personal que va a formar la unidad, limitar la politización y asegurar la estricta confidencialidad del sistema.
(Crítica)
2008/10/03
Testigos Sin Protección
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