2008/11/23

Buenos Aires: Serrat y sus Canciones

Serrat y un show que colmó las expectativas del público

En el cierre de la tercera serie de conciertos intimistas "Serrat 100 x 100", el cantautor ratificó ante un Gran Rex colmado que las visitas a su vasta obra constituyen una experiencia hermosa y placentera que su público agradece con devoción.
Como ya lo hizo en 2005 y en 2007, Joan Manuel Serrat sumó a su histórico compañero Ricard Miralles en el piano para juntos ir urdiendo un recorrido emocional por canciones que, atravesando diferentes épocas y contando con los clásicos imprescindibles, perfilan la magnitud de un repertorio maravilloso.
Podría decirse que el 100 x 100 de Serrat al que alude el título de estos recitales tiene un peso específico de mucha mayor hondura que casi toda la canción popular de autor que actualmente impera en los medios masivos.
Entonces, la falta de sorpresa de un cancionero transitado y el escaso riesgo artístico desplegado a partir de una dupla que se conoce de memoria desde hace casi cuatro décadas, se potencia ante la reafirmación del valor de lo que entrega y la audiencia celebra el poder palpar esa certeza.
Apelando al latiguillo de citar "proverbios orientales" de dudosa procedencia, construyó una velada que a lo largo de dos horas reunió 22 piezas capaces de desatar la emoción de una platea dispuesta a dejarse cautivar nuevamente.
Apoyado en el impecable piano de Miralles, de pie, rasgando la guitarra o sentado en una banqueta alta u ocasionalmente en una silla, el trovador sacó a relucir algunas de sus creaciones que visualmente se acompañaron con sentidas imágenes proyectadas en una tela blanca de formas irregulares.
"Gracias por estar aquí y por abrir las puertas de sus casas y de sus corazones", dijo en el saludo de gentileza que sus devotos no precisaban pero que festejaron como cada palabra vertida en el espectáculo. "De vez en cuando la vida", otro de los hitos de su cosecha, dio paso a un segmento menos explícito conformado por el simpático "Los fantasmas del Roxy", "Me gusta todo de ti (pero tú no)" y la precisa crónica de "El metro y la bella".
Los himnos "No hago otra cosa que pensar en ti" (con un fragmento de su lírica aggiornada) y "Tu nombre me sabe a hierba", dieron paso a un recreo instrumental de sólo piano y, enseguida, al pasaje más político de la lista con "Disculpe el señor" y esos "pobres que no se han enterado que Carlos Marx está muerto y enterrado". La canción romántica mostró la posibilidad de su peso con "Y el amor" pero fue con "Mediterráneo" que la sala volvió a ponerse de pie desde la apertura.
En el tramo final del viaje la seguidilla incluyó "Hoy puede ser un gran día", "Aquellas pequeñas cosas", el ovacionado "Para la libertad" y "Bienaventurados". Entre idas y vueltas a escena, el griterío de los espectadores pidiendo "una más" y un fragmento del poema "El viaje hacia Itaca", del griego Konstantínos Kaváfis, se despidió con "El horizonte", "Fiesta", "Penélope" y "Lucía". "Serrat 100 x 100" estará nuevamente en el Gran Rex los dias 5, 6, 7 y 8 de diciembre.
Del 25 al 27 de noviembre se presentará en el teatro Broadway de Rosario y el 29 lo hará en el estadio Orfeo de la capital cordobesa.

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