Kirchner-Carrio: Votos e Inflación

Los votantes de Carrió prevén la inflación más alta y los de Kirchner, la más baja
La proyección de precios para 2011 crece junto con la diferenciación de los candidatos opositores. Dime a quién votas para Presidente y te diré cual es tu expectativa inflacionaria para 2011. Mientras que los seguidores de Elisa Carrió creen que el año próximo los precios, en promedio, treparán un 28,9%; los de Néstor Kirchner, en el otro extremo, piensan que lo harán “sólo” un 21,5%.
El impacto de la inflación en el ánimo de los votantes para octubre del año próximo es uno de los grandes temas de discusión por estos días entre politólogos y economistas. Y lo mismo sucede con el camino inverso: cómo puede afectar la dinámica electoral en los meses que viene a la de la economía en general y a la de los precios en particular.
A pedido de Clarín , la consultora ChiSquare hizo el primer estudio que cruza la expectativa inflacionaria con la intención de voto . La investigación demuestra que la relación de ambas variables es fuerte y estadísticamente relevante. “La proyección de inflación de la gente funciona, en la práctica, como un medidor de la intensidad de oposición”, explica Martín Romeo, director de ChiSquare, “mientras que aquellos candidatos que comparten más aspectos en común con la agenda del actual Gobierno, como Pino Solanas o Hermes Binner, arrastran votantes menos pesimistas con los precios (23,5% y 24,8% de proyección de subas de precios en 2011, respectivamente); los que aparecen con discursos más diferenciados, como Ricardo Alfonsín o Felipe Solá, muestran votantes en la otra punta de las expectativas inflacionarias”.
La muestra se realizó en las últimas dos semanas e incluyó 600 entrevistas en la Ciudad de Buenos Aires y el GBA. Las conclusiones del trabajo traen una noticia mala y una buena para el Gobierno. La mala es que aun los votantes propios creen que la inflación será más del doble de la que proyecta el Presupuesto y de la que muy probablemente terminará reportando el Indec. La buena es que, para la mayor parte de los electores, la inflación no está al tope de las preocupaciones. “La inseguridad encabeza la lista por lejos, y luego vienen el desempleo, la salud y la educación”, dice Romeo.
La relación del electorado con la inflación ya está explicando algunas estrategias de cara a octubre de 2011. Por ejemplo, la especial dedicación del matrimonio Kirchner por seducir votantes de la franja de 20 a 30 años , con gestos que van desde el acto de hace dos martes en el Luna Park hasta la entrega de millones de netbooks a alumnos de quinto año del secundario (todas las experiencias internacionales de estos programas apuntan a estudiantes más jóvenes ), pasando por la defensa pública de la toma de los colegios. “La franja de 20 a 30 años no tiene memoria de estallidos hiperinflacionarios como el del 89 o el Rodrigazo, y este es uno de los motivos que explica su mayor permeabilidad al discurso oficial”, cuentan en ChiSquare.
La evidencia histórica sobre la influencia de la inflación en el voto en la Argentina es ambigua . Mientras que en 2007 el kirchnerismo tuvo un buen resultado en los comicios con la dinámica de precios acelerándose, el año pasado perdió con menos inflación. En el segundo trimeste de este año, los precios estuvieron más controlados , y allí se dio el mayor crecimiento en la imagen de los Kirchner. En general, coinciden los especialistas, los precios tienen menor poder explicativo sobre el voto que el crecimiento.

(Sebastián Campanario-Clarín)