El presidente de Boca Juniors, Pedro Pompilio, falleció ayer víctima de una paro cardíaco, a los 55 años de edad, y su muerte provocó gran conmoción en la entidad de la ribera como en todo el ambiente del fútbol argentino.
La familia de Pompilio, según le confirmaron a Télam desde la entidad de la ribera, decidió que no se haga ningún tipo de velatorio, pese a que la dirigencia xeneize le ofreció que se lleve a cabo en La Bombonera. Asimismo, la familia pidió que no se envíen coronas, ni nada por el estilo, y que la gente que pensaba hacer eso done el dinero de lo que iban a gastar en UNICEF.
Los restos de Pompilio serán enterrados hoy, en horario matutino, en el cementerio El Campanario, de Florencio Varela.
Pompilio había asumido la conducción de la entidad de la ribera en junio de este año pasado, luego de ganar las elecciones por un amplio margen.
En ese momento se había transformado en el principal impulsor del regreso de Juan Román Riquelme al club y fue el principal defensor de incluir a los juveniles en el equipo de primera división.
Durante su extensa trayectoria en Boca Juniors ocupó cargos directivos en varias etapas, colaborando primero con Antonio Alegre, y luego fue vicepresidente durante la gestión en Boca del actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y ahora su mandato finalizaba en 2011.
Su sucesor será el vicepresidente primero Jorge Amor Ameal.
El miércoles estuvo, como siempre lo hacía cada vez que jugaba Boca, presenciando del triunfo del equipo de Carlos Ischia. Como era un presidente muy querido por el plantel, el juvenil Pablo Mouche, le regaló su camiseta tras convertir el gol de la victoria.


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