Un 24 de marzo dividido en la Plaza
Dos manifestaciones que coparon ayer las conmemoraciones por el 34° aniversario del golpe militar de 1976 pudieron convivir y soportarse mutuamente durante más de una hora y media en plena Plaza de Mayo. Esto ocurrió cuando las columnas de las organizaciones que componen el Espacio Memoria, Verdad y Justicia lograron acceder al histórico lugar y comenzaron a desfilar mientras se desarrollaba el acto que comandaba la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien realizó una encendida defensa del gobierno de Cristina Fernández.
Hebe dijo estar ‘orgullosa‘ de la gestión de Fernández por que “es una mujer valiente a la que le tocó enfrentarse con lo peor”.
“Los pueblos hacemos las revoluciones desde las plazas colmadas, y ahora con toda la fuerza de mi corazón, estamos orgullosas de tener el gobierno de una mujer valiente, estoica, que le tocó enfrentarse con lo peor. Estamos con vos Cristina, con vos Néstor (Kirchner), adelante, no van a poder con nosotros‘, expresó Hebe de Bonafini.
Mientras Hebe decía esto, Néstor Pitrola, desde el Partido Obrero, celebraba que “el kirchnerismo fracasó en el intento de copar la Plaza y convertir al 24 de marzo en un acto oficial. Como lo venimos haciendo en los últimos quince años, diremos en la Plaza que los genocidas están en libertad, que los K pagan la deuda externa como nadie y que sigue el gatillo fácil y la represión a los trabajadores”.
Durante los días previos se temió por un choque. Las organizaciones que integran “Memoria, Verdad y Justicia” (más de 300 entre partidos de izquierda, movimientos piqueteros, de derechos humanos y sociales combativos) denunciaron que el Gobierno había montado una provocación al convocar un acto en la Plaza que prometía impedir la llegada de los manifestantes de su espacio.
Mientras Hebe decía esto, Néstor Pitrola, desde el Partido Obrero, celebraba que “el kirchnerismo fracasó en el intento de copar la Plaza y convertir al 24 de marzo en un acto oficial. Como lo venimos haciendo en los últimos quince años, diremos en la Plaza que los genocidas están en libertad, que los K pagan la deuda externa como nadie y que sigue el gatillo fácil y la represión a los trabajadores”.
Durante los días previos se temió por un choque. Las organizaciones que integran “Memoria, Verdad y Justicia” (más de 300 entre partidos de izquierda, movimientos piqueteros, de derechos humanos y sociales combativos) denunciaron que el Gobierno había montado una provocación al convocar un acto en la Plaza que prometía impedir la llegada de los manifestantes de su espacio.
Pero, más allá de algunos momentos de tensión, el agua no llegó al río. La columna de Memoria Verdad y Justicia, que albergó a unas 40 mil personas según el cálculo de sus referentes, era demasiado gruesa para ser detenida por los pro K, que a la postre comenzaron a desalojar la Plaza tras la intervención de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, protagonista central del acto previo al de Bonafini. Para el momento del discurso de Hebe, algunas columnas oficialistas habían comenzado a retirarse.
Esto facilitó la llegada de Memoria, Verdad y Justicia, cuyas agrupaciones pasaron por la Plaza y luego dieron la vuelta por Rivadavia, donde leyeron un documento común con contenido crítico al Gobierno.
Esto facilitó la llegada de Memoria, Verdad y Justicia, cuyas agrupaciones pasaron por la Plaza y luego dieron la vuelta por Rivadavia, donde leyeron un documento común con contenido crítico al Gobierno.
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