La mitad de los hogares vive con menos de $ 3.000 al mes
Pese a que desde fines de 2009 se amplió el pago de la Asignación por Hijo a buena parte de los trabajadores informales y desocupados, en la mitad de los hogares de todo el país ingresan menos de $ 3.000 por mes, según los datos del INDEC del primer trimestre de 2010.
Las cifras oficiales marcan además que el 30% de las familias dispone de menos de $ 2.000 mensuales, y recibe el 9,3% de los ingresos totales. En tanto, en la otra punta, el 30% se queda con el 59,1% de “la torta”.
La extensión de la asignación por hijo, los incrementos salariales nominales o el mayor empleo ayudaron a mejorar los ingresos de los hogares de menores recursos. Pero aún así -por la inflación- quedaron lejos de ser suficientes para cubrir el costo de una canasta de bienes y servicios.
Tampoco la Asignación alteró la distribución de ingresos porque las franjas más ricas siguieron ganando más.
Según la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (cuya directora, con licencia, es la actual titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont), en el primer trimestre una familia tipo del Gran Buenos Aires necesitaba $ 3.015 mensuales para cubrir sus gastos básicos, suponiendo que la familia tiene atención médica del hospital u obra social y los chicos van a la escuela pública.
Esta realidad de los hogares se explica, en gran parte, y según el INDEC, porque los 15.166.000 obreros, empleados, profesionales o cuentapropistas que están ocupados o con empleo ganan en promedio $ 2.074 por mes. Y de ese total, la mitad –un poco más de 7,5 millones- percibe menos de $ 1.599 mensuales.
Varios factores pesan en esta radiografía salarial: a los ingresos bajos, se suma que el 34,6% de los asalariados trabaja en negro y mucha gente vive de changas. Por ejemplo, el 10% de los ocupados trabaja en promedio 23 horas semanales y el 20% menos de 32 horas por semana.
Así, una porción importante de gente ocupada integra el grupo del subempleo, así llamado porque trabaja pocas horas, aunque esté dispuesta a trabajar más: vendedores ambulantes, changarines, cuentapropistas y otras formas precarias de inserción laboral.
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