2009/08/16

Fundaciones Amenazadas

Por combatir el hambre sufren 9 secuestros este año
Semanas atras, uno de los miembros del hogar para niños Juan XXIII, que pertenece a la Obra Don Orione, comenzaba a vivir uno de los momentos más desesperantes de su vida. Un grupo de desconocidos armados lo interceptaron en la esquina del hogar, cuando volvía de hacer compras en una farmacia ubicada a pocas cuadras, en la localidad de Gerli, partido de Avellaneda.

“Se le cruzó un auto, bajó un hombre y lo apuntó con un arma, le dijo que no corra y se lo llevaron en un vehículo”, narró a 24CON el hermano Ramón Correa, uno de sus compañeros, también educador del comedor. Al joven lo mantuvieron en cautiverio, maniatado y con los ojos vendados. Los secuestradores, a todo esto, dieron aviso: “Quédense quietos, lo tenemos nosotros. Sólo queremos hablar con él”, alertaron desde el propio celular de la víctima, en un mensaje de texto que recibió a las pocas horas el presidente del comedor, el padre Luis Spósito.
Este modus operandi ya era conocido por los miembros de las organizaciones que combaten el hambre en el país a través de la campaña “El hambre es un crimen, ni un pibe menos”, fomentada por el Movimiento de los Chicos del Pueblo, vinculado directamente con el comedor. Ya que en lo que va del año, se produjeron ocho secuestros, todos con amenazas similares referidas a su lucha.
Una vez que la policía tomó conocimiento del hecho, intervino la división antisecuestro de la Provincia y la fiscalía de turno, en ese momento, la Unidad Funcional de Instrucción 4 del distrito. Pasadas las 18, los secuestradores se comunicaron por última vez: “Por esta vez el chico vuelve, pero cuídenlo”. El joven había sido liberado frente al zoológico de Palermo. Cuando lo encontraron, estaba golpeado y shokeado del susto.
“Todavía nadie pudo encontrar a ningún sospechoso, de ninguno de los ataques”, dijo Correa. Además, reconoció que si bien el por entonces ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, se había mostrado preocupado por su situación el año pasado, trabas burocráticas impiden que personal de seguridad los proteja. “Le dijeron al fiscal de la causa que no tienen gente”, fundamentaron.
“Si uno se pone a pensar, en una campaña donde organizaciones se juntan para decir que en el país se mueren de hambre 25 chicos por día, hemos tocado a alguien o a algunos con un poder grandísimo. A alguien le molesta. El año pasado era más justificable porque estábamos en campaña, pero este año no hicimos nada. Es como decir te pego por las dudas”, concluyó Correa. Los ataques no son para nada nuevos. Desde principios de 2008 la Fundación Pelota de Trapo, una de las principales propulsoras del combate contra el hambre, denunció 11 atentados, 6 de ellos secuestros, que se realizaron también a miembros de Chicos del Pueblo.

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